Desde los bosques patagónicos hasta las montañas de Nueva Zelanda, unimos dos extremos del mundo en una sola cerveza. Esta NEIPA nace de lúpulos únicos del sur, creando un eco de aromas tropicales, cítricos y resinosos que resuenan en cada sorbo.
Brumosa, jugosa y fresca, es una invitación a perderse entre montañas, océanos y bosques lejanos. Hecha para perderse y volver distinto.